¿Por qué nos cuesta tanto poner límites?

Desde pequeñas aprendemos que decir “no” puede traer rechazo o desaprobación. Nos enseñan a complacer y a priorizar las necesidades de otros antes que las nuestras y vamos aprendiendo a sobre adaptarnos en el seno de un hogar disfuncional, para ser aceptadas. Asi aprendemos que el desamor es amor….

Te comparto algunas de las causas por las que concretamente, nos cuesta poner límites . Son una apretadisima síntesis de mie xperiencia personal y de acompañamiento a muchas mujeres con las que he trabajado el cambio de sus creencias limitantes y la sanación de sus heridas infancia 

• Miedo al conflicto (o pérdida )por expresar nuestras emociones :  Si se nos vedó expresar nuestras emociones en nuestra infancia , donde éramos reprendidas, ninguneadas, desacreditadas  al hacerlo. nos va a ser muy difícil gestionar el manejo de emociones como rabia o enfado tanto cuando se trata de emociones propias como de emociones sentidas por la persona con la que interactúas
• Miedo a Decir NO: Creemos que decir “no” nos hará perder amor o validación y seremos rechazadas o bien,nos hace temer perder la aprobación o el cariño de los demás y sentirnos nuevamente abandonadas
• Aprendizaje sobreadaptativo: Si la crianza nos dejó marcado que nuestro valor dependía de hacer felices a los demás, entonces nos cuesta priorizarnos.Si en nuestra familia se normalizó nuestra  entrega sin medida, es probable que repitamos esa dinámica, o si en casa los límites no se respetaban, aprendimos que nuestros “no” no tenían valor.
• Nuestra voz interna distorsionada: Con origen en nuestra primera infancia o en información que portamos desde nuestro  transgeneracional,  nos habla con creencias limitantes tales como :  “Si digo que no, soy egoísta” es una creencia falsa que nos mantiene atrapadas.
• Cumplir roles de adulta desde pequeña:Crees que puedes con todo, sin cuestionar otras formas de vincularte, te cuesta ponerte límites también a nivel interno (“para qué le voy a molestar si a mí no me cuesta nada, estoy acostumbrada…”). Lo cierto es que si escuchas  a tu cuerpo muy probablemente sientas que tu cansancio y malestar se va acumulando, cargando una mochila muy pesada.
• Tu autoestima es baja  y desde ahí considerás que no tienes derecho defender y expresar tus ideas, deseos, necesidades…y pospones tu autocuidado por falta de amor propio.

 ¿Cómo empezar a poner límites?

• Conectá con tus necesidades: Antes de decir “sí”, pregúntate si realmente quieres hacerlo. Pregúntate qué es realmente importante para ti.apoyate en la conciencia corporal, ¿ Que pasa en mi cuerpo cuando vulnero mis límites? Registrá sintomas, emociones, sensaciones…
• Aprendé a comunicarte asertivamente: Decir “no” no significa ser reactiva , sino expresar con claridad lo que es sano para ti.. Valida tu derecho a cuidarte: No tienes que justificar cada límite que pongas.No necesitas dar explicaciones largas. “Hoy no puedo, gracias por entender” es suficiente
• No estás siendo egoísta:Recordá:cuando pones límites,estás siendo amorosa contigo misma.Decir “no” es un acto de amor propio. Empieza con límites pequeños: Practica en situaciones cotidianas y observa cómo te sientes.Es excelente escribir este registro, la escritura espontanea es un acto terapéutico en si mismo
• Rodeate de personas que respeten tus límites: Quien se enoja porque pones un límite, se beneficiaba de que no lo tuvieras.Poner límites no aleja a las personas correctas, solo filtra a las que no respetan tu esencia.

Y fundamentalmente , sé paciente con vos,  los procesos no son lineales , y es posible que las primeras veces en las que te decidas a expresarte y poner un límite a un ser querido sientas cierto “ruido” interior. No te preocupes, es natural, estás aprendiendo este “ruido”  o preocupación puede ser indicador que tus fragmentos están siendo integrados en una versión auténtica de vos, es la tormenta de construir tu verdadera identidad desde tu genuina esencia , tu poder natural ,que habías olvidado que tenías…